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LA FISCALÍA APRECIA DELITO EN EL BROTE DE RINONEUMONÍA EQUINA DEL CES DE VALENCIA

La investigación por el brote de rinoneumonía equina detectado a mediados del mes de febrero en el Centro Escuela de Saltos (CES) de Godella, cuyos contagios se extendieron rápidamente provocando la muerte de 18 caballos y afectando a animales de hasta en nueve países, ha terminado con una denuncia de la Fiscalía de Medio Ambiente por un delito continuado de daños por imprudencia grave contra el responsable del centro ecuestre y las organizadoras de la competición hípica Spring Tour 2021, que se estaba celebrando esos días en dicho recinto.

El Ministerio Público, que abrió una investigación tras la denuncia de varios perjudicados propietarios de animales afectados por el virus, aprecia una actitud negligente por parte de los organizadores del evento y el encargado de la explotación ganadera al tardar cuatro días en avisar a las autoridades sanitarias competentes, tiempo durante el que tampoco se adoptaron las medidas de aislamiento y control oportunas para evitar la transmisión generalizada del virus.

Así, los denunciados deberán declarar ante un juez de Paterna en calidad de investigados para responder por este presunto delito continuado de daños por imprudencia grave, que asciende a mucho más de los 80.000 euros que contempla el artículo 267 del Código Penal. De hecho, los equinos afectados, preparados especialmente para este tipo de competiciones profesionales, pueden alcanzar por sí solos ya el valor que fija el delito agravado de daños o incluso superior.

Según sostiene la Fiscalía en su denuncia, después de detectar los primeros síntomas del virus, y cuando “ya existían fundadas sospechas de que existía un brote vírico de rinoneumonitis altamente contagioso”, se permitió la salida de las instalaciones de animales enfermos y de otros que no habían pasado control alguno, con secuelas muy graves para los equinos.

Así se explica su propagación al resto de comunidades y países afectados. De hecho, más de 300 caballos abandonaron las instalaciones de Godella antes de que la Conselleria de Agricultura ordenara su inmediata inmovilización para frenar la expansión después de ser alertados por la organización de los primeros contagios.

Dilación
El concurso hípico donde se inició el brote se celebraba entre los días 28 de enero y 14 de marzo. Durante la celebración del mismo, y a partir del miércoles 17 de febrero, la organización empezó presuntamente a detectar como “una pluralidad de caballos iban enfermando”.

Sin embargo, no fue hasta el domingo 21 cuando se adoptó la medida de suspender el campeonato. En ese transcurso de tiempo, vital para evitar la propagación del virus, altamente contagioso, los responsables de la explotación ganadera y organizadores del evento, miembros de una misma familia, no adoptaron ninguna medida de aislamiento de los animales enfermos, ni alertaron a las autoridades sanitarias competentes. Además de no atajar el grave problema sanitario y proseguir con las actividades del centro, se permitió la salida de animales enfermos o sin realizar comprobación sanitaria alguna.