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La Generalitat quiere promover un seguro privado veterinario reembolsable para perros y gatos

En septiembre de 2022, el entonces candidato, Carlos Mazón, mantuvo un primer contacto con los representantes del Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV). El hoy presidente de la Generalitat vino acompañado por su entonces asesor en materia de animales de compañía, Raúl Mérida, quien sería también el elegido tras las elecciones para ejercer como responsable de Medio Natural y Animal. Aquella cita sirvió para adelantar la creación de esta nueva dirección general y ya entonces Mérida compartió una idea que posteriormente se recogería en el programa electoral del PP: quería promover una fórmula con la que ofrecer una cobertura básica para los gastos veterinarios de los titulares de perros y gatos. En posteriores citas con el CVCV, este planteamiento se ha repetido y, finalmente -el pasado 2 de abril- el hoy ya director general anunció en una entrevista en Apunt Tv que el modelo elegido es el de un seguro privado (de atención veterinaria) y de caracter reembolsable: “Seremos la primera comunidad de España en implantarlo y mi idea es que nos copien todas”.

Efectivamente, esta es la fórmula que los colegios postularon en tales contactos para lograr que todos los centros veterinarios de la Comunitat quedaran integrados, sin exclusión, en esta nueva posible cobertura. Como es bien sabido este tipo de pólizas no trabajan con un grupo de veterinarios (dentistas o médicos, porque también existen seguros reembolsables para estas profesiones) sino que sus asegurados pueden acudir a la clínica que quieran, abonan el servicio, se llevan factura y después la giran a la aseguradora para que se la reembolse.

Más allá de esta filosofía hay muchas dudas sobre cómo lograr que “todos los animales de compañía de la Comunitat tengan un mínimo sistema de seguro privado para garantizar su salud”, según explicó el propio Mérida en la entrevista. Ni se conoce tal cosa, ni cómo -en su caso- se financiará. “Debería desarrollarse esta propuesta mucho más de lo hecho hasta ahora para poder evaluarla. Nos reuniremos para presentar nuestros planteamientos y pondremos por delante de todo que los animales reciban un servicio veterinario de calidad, y no se vea condicionado, ni mermado por los sistemas de aseguranza, como ocurre en otras profesiones. Ya existen diversos sistemas y habrá que escoger el que mejor se acople a la salud de los animales y a los veterinarios”, advierte a este respecto la presidenta del CVCV, Inmaculada Ibor.

Seguro agrario y programa del PP

Según aclaró Mérida -que dijo haberse reunido también con diversas aseguradoras- este tipo de coberturas de atención veterinaria “básica” (exluyendo gastos en medicamentos) se situaría hoy en el mercado en un coste anual de entre 150 y 250 euros. El planteamiento sería rebajar este pago a una prima “simbólica”, que no concretó.

En el programa electoral del PP de la CV sí se desarrolla algo más este aspecto y se habla de promover “una tarifa plana voluntaria de 50 euros al año, gestionada a través de colaboración público-privada”. A continuación se matiza que “la implantación de este sistema será consensuada con los veterinarios y entidades aseguradoras”.

Aún así, cómo lograr que esa prima tenga un coste “simbólico” sigue siendo una incógnita. Durante la entrevista, el Mérida situó como referencia el modelo de seguros agrarios, que no explicó pero en el que es conocido que Gobierno y autonomías contribuyen con ayudas a reducir el coste de la prima, en muchas ocasiones, incluso por encima del 55%. En los encuentros mantenidos con el CVCV, Mérida también especuló con la posibilidad de ofrecer deducciones fiscales para incentivar la contratación de estos seguros.

Identificación y abandono

El director general se refirió también a los objetivos fundamentales de las leyes de protección animal -autonómica y nacional- aprobadas en 2023. Así, se refirió al abandono cero y a la identificación obligatoria de animales domésticos pretendida en ambos casos. Mérida se remontó a la puesta en marcha del RIVIA en 1997 para advertir que, desde entonces, es obligatorio (en el caso de los perros) la identificación y pese a ello “hoy en los centros de recogida el porcentaje de animales que entra sin chip es del 80%”, dijo. De ahí que planteara -como método también para reducir el abandono- el poner como condición previa para acceder a esta posible cobertura la identificación del animal.

- Ver entrevista en Apunt / 2-4-2024

- Ver Lasprovincias.es /3-4-2024