Desde que en octubre de 2023 se confirmó su presencia en los Países Bajos, el serotipo 3 del virus de la lengua azul había sido confirmado hasta ahora en Bélgica, Alemania y Luxemburgo, produciendo un impacto significativo en las explotaciones infectadas de rumiantes domésticos, afectando clínicamente y produciendo mortalidad sobre todo en ovino, pero también en bovino, aunque en menor medida.