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El CVCV alega al nuevo decreto para facilitar la salida de carne de caza de jabalí

  • Piden que no se descarte a los funcionarios y que también puedan realizar los controles sanitarios, siempre que tengan aceptada la compatibilidad

 

El Consell Valencià de Col.-legis Veterinaris (CVCV) ha presentado a la Conselleria de Sanitat alegaciones al borrador de decreto sobre ‘requisitos en materia de higiene de la carne de caza mayor silvestre destinada a consumo humano doméstico privado y al suministro directo de pequeñas cantidades de carne de caza mayor silvestre por las personas cazadoras’. Este borrador complementa al Decreto 201/2017 sobre venta de proximidad de productos agroalimentarios. Dicho texto necesitaba ser actualizado por la entrada en vigor de una regulación posterior -el RD 1086/2020- que permite, en casos justificados, dejar en manos de las autonomías las condiciones para que el cazador suministre directamente esas pequeñas cantidades al consumidor o a restaurantes. La norma se promueve con la intención de dar una salida más ágil a las piezas de jabalí abatidas en un contexto de superpoblación de estos animales.

 

Este borrador, concretamente, regula los requisitos de los centros de recogida y locales de inspección así como del transporte a los mismos, las condiciones sanitarias durante el faenado de las piezas de caza, la realización de la inspección post-mortem para determinar la aptitud de esa carne para consumo y los controles de triquina -bajo el método de digestión.

 

Provincias limítrofes

Una de las alegaciones se refiere a su ámbito de aplicación, que se circunscribe a la Comunitat Valenciana. El CVCV recuerda a este respecto que el RD 1021/2022 contempla el aprovechamiento en provincias limítrofes en un radio inferior o igual a 50 km desde el establecimiento de origen.

 

Veterinario habilitado

En cuanto a los requisitos de los veterinarios habilitados --para los que el CVCV ya ha realizado un curso de formación específico-- se difiere de lo planteado por el borrador, que descarta que tal labor pueda realizarla personal de “los servicios oficiales o que presten servicios en la Administración”. El CVCV defiende que sí deberían poder hacerlo siempre y cuando se solicite y acepte la compatibilidad de ambas actuaciones.

 

El órgano colegial pide añadir, además, una nueva función para estos profesionales que no aparece recogida en el texto: la verificación de la correcta gestión de los subproductos animales generados en los locales de inspección. Junto a ello, se solicita que la formación para habilitar veterinarios en la inspección de estas piezas de caza mayor incluya la relativa a la detección de triquinas, como así se ha impartido ya también por el CVCV, aunque pueda certificarse separadamente.

 

Más allá de las alegaciones, la presidenta del CVCV, Inmaculada Ibor, lleva años planteando la necesidad -ante la ausencia de salas de inspección en la Comunitat- de que se fomenten las mismas por parte de las autoridades municipales, las mancomunidades o las diputaciones provinciales.