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Los colegiados se interesan por ejercer como habilitados en los bous pero Mazón anuncia que habrá un veterinario de guardia en 2025

  • Una auditoría de Sanitat alerta del uso irregular de antiinflamatorios en los festejos. Dos bous mueren sin que hubiera un veterinario contratado

En Castellón es común que las entidades que promueven bous al carrer pidan a la Conselleria de Agricultura que habilite un veterinario para el festejo. Sus municipios se habituaron a solicitar el servicio de veterinarios habilitados porque les facilitan gestiones y les permite que los animales lleguen viernes por la tarde o en fin de semana. Por esta razón, el Colegio de Castellón (COVCS) ya tenía una bolsa específica. El Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) mantiene, desde la firma en 2021 de un convenio con la la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), una base de datos de veterinarios, por especialidades y comarcas, a disposición de todos los consistorios de la Comunitat. Hasta principios del mes de septiembre unos 50 veterinarios del Colegio de Valencia (ICOVV) se han interesado por trabajar como habilitados en los bous al carrer.

 

En la reunión de la Comisión Consultiva de Festejos Taurinos Tradicionales celebrada el 10 de julio, los representantes del CVCV ya adelantaron que habrían suficientes profesionales interesados en realizar esta labor. Y así ha sido, en Valencia y en Castellón.



 

Responsabilidades

En aquella comisión, el director general de Producción Agrícola y Ganadera, Simón Martínez, advirtió a los presentes que, gracias a la actuación de verificación documental del veterinario (oficial o habilitado), se evitaba que el director del festejo (muchas veces ediles o alcaldes) pudiera incurrir incluso en la comisión de un delito -como el de “falsedad documental”, citó- en caso de producirse anomalías sobre la situación de las reses (en cuanto a la presencia del animal en el municipio o el cumplimiento de los requisitos de trazabilidad y sanitarios). La constatación de tal posibilidad hizo que más ayuntamientos de Valencia provincia se animasen a solicitar los servicios de un habilitado.

 

Anuncio de Mazón

Pese a la buena respuesta y el interés demostrado por los colegiados de Castellón y de Valencia para poder ser llamado para ejercer como habilitado, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, anunció el pasado 12 de septiembre que en breve se introducirá la figura del ‘veterinario de guardia’. Así lo anunció en Segorbe tras mantener una reunión con representantes de ganaderos de reses bravas. En el encuentro también participó el conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina; la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas y la presidenta de la Diputación de Castellón, Marta Barrachina.

 

La previsión -según avanzó- es que “a principios de 2025 se dé luz verde a la nueva normativa” que garantizará que los organizadores de los festejos tengan a su disposición este servicio sin coste “que realizará trámites y funciones propias o delegadas de carácter ineludible en días festivos o fuera del horario habitual de trabajo, cuando las Oficinas Comarcales estén cerradas”.

 

El CVCV esperará a disponer del borrador de este decreto para hacer alegaciones. Su postura es bien conocida: el veterinario en los bous es una garantía para el propio festejo, para la salud y bienestar del animal que participa y para la salud pública en general.

 

El calor mata a dos toros

Por otra parte, también en la referida comisión consultiva del pasado 10 de julio, el director general de Interior, Arturo Alepuz, planteó una medida en materia de bienestar: evitar hacer encierros en las horas de más calor, entre las 12:30 y las 18 horas. Finalmente, la propuesta quedó solo en recomendación -con requisitos sobre condiciones de los corrales y sobre la atención de los animales- pero ésta fue redactada por escrito y publicada.

 

Pese a ello, el pasado 10 de agosto en El Puig -en un día que se sabía que iba a ser de los más tórridos- dos toros que venían de una ganadería de Toledo fallecieron a causa de sendos golpes de calor. Al menos esa fue la hipótesis que barajaron fuentes del consistorio local. Cuando los organizadores se decidieron a llamar al veterinario que había ejercido antes como habilitado -puesto que no habían contratado a ninguno para supervisar las condiciones de los animales durante el festejo- uno de los toros ya había fallecido y el otro no pudo ser recuperado y también pereció.

 

Auditoría y esteroides

Por otro lado, el 9 de septiembre la Conselleria de Sanitat remitió a los colegios una notificación sobre una auditoría realizada en la que se alertaba del “probable uso irregular de antiinflamatorios (del esteroideo Fynadine) en toros de lidia con destino a consumo humano”. En la misma se informa que el auditor, tras hablar con “personas implicadas en la organización de festejos”, había comprobado el “probable uso irregular” de estos medicamentos “para mejorar el rendimiento de los animales o para enmascarar lesiones que desmerezcan el espectáculo o los festejos tradicionales”.

 

Reglamento

Son estas las circunstancias -vinculadas con el bienestar y sanidad animal, salud pública y con la seguridad alimentaria- por las que el CVCV viene reclamando una reforma del reglamento de bous al carrer: contratar al veterinario permitiría un mejor control de todo ello, estaría durante el festejo, podría resolver estos problemas y se evitarían situaciones que en nada benefician a esta tradición.