Casi 200 colegiados y familiares acudieron a la cena de gala. Gil reconoce que ha sido un año “difícil” marcado por los bous, los jabalís o los cambios legales
La condecoración fue acordada el 3 de marzo, cuando la Asamblea así lo decidió unánimemente pero la entrega de la insignia de oro como presidente de honor a Luis Miguel Gargallo se produjo aprovechando la festividad del patrón. Fue durante la cena del pasado 5 de octubre, tras disfrutar de una completa jornada lúdica y turística por Peñíscola, cuando la hoy presidenta del Colegio de Castellón (COVCS), Natalia Gil, quiso reconocer y agradecer públicamente a “una figura que ya ha pasado a formar parte de nuestra historia” -dijo- para referirse a quien desde 1999 lleva trabajando en y por la entidad, ejerciendo desde septiembre de 2005 a junio de 2023 como su máximo responsable.
Un Gargallo con la emoción contenida quiso compartir tal reconocimiento “con todos los compañeros de la última junta (entre los que se encuentra la propia Gil) y los de las otras anteriores, que en el pasado me acompañaron durante este periodo”. Además, puso en valor el esfuerzo que supone dedicar “tantas horas a esta labor a costa de pasar menos tiempo con la familia” a quien dedicó amables palabras por su “paciencia” .
Al castillo y de ‘golondrina’
Todo eso sucedió como culminación de una intensa jornada de convivencia, en la que más de medio centenar de colegiados participaron de la visita programada a varios enclaves y monumentos de Péñíscola. Pasadas las diez de la mañana de aquel sábado arrancaba desde el monolito del puerto de este municipio el tour previsto: el grupo se dirigió entonces a conocer de manera guiada su casco histórico, lo que incluía la obligada visita al entorno más ‘cinematográfico’ del Castillo Papa Luna. Y de allí al mar, a disfrutar de una vuelta en golondrina para acabar desplazándose en bus a la fábrica de cervezas artesanas Badum, donde la expedición disfrutó de una cata acompañada de pinchos.
Conflictos
Tras pasar la mayor parte de la tarde descansando alojados ya en la Hostería del Mar, llegó el momento del cócktail previo a la cena en la terraza de dicho tradicional establecimiento hostelero.
Una vez servida la cena, la presidenta quiso tomar la palabra para hacer balance de su primer año al frente del COVCS. Tras agradecer el trabajo del equipo directivo, del personal de la entidad y de los colaboradores externos reconoció que “os mentiría si os digo que ha sido un año fácil”. Acto seguido, enumeró algunos de los conflictos con los que había tenido que lidiar: las nuevas leyes de bienestar animal, las polémicas con los bous al carrer, los problemas con los jabalís y los analisis de triquina, la defensa del veterinario municipal... Gil aprovechó la ocasión para anunciar que, para el próximo año, el colegio retomará la convocatoria de un concurso de fotografía y propondrá otro nuevo de relatos sobre anécdotas veterinarias.