María José Orihuela se jubila tras 44 años trabajando como secretaria en el COVCS
Ha sido durante casi medio siglo la cara visible, la cara más amable y servicial del colegio. Sus compañeras pero también los colegiados la describen como “toda una institución”, como una voz respetada y valorada cuyo poso va más allá de los 44 años de trayectoria ligada a la corporación. Trabajó casi dos décadas sóla, sacándose las castañas del fuego sin mayor auxilio que la de los sucesivos secretarios y miembros de la junta de turno. Y ha vivido los cambios de hasta cinco presidencias. De todos -secretarios, vocales y presidentes- guarda excelentes recuerdos. María José Orihuela es la secretaria a la que todos reconocen y conocen, quien resolvía problemas tan pronto burocráticos en la era del papel como en la digital. Es quien, desde inicios del presente siglo, pasó a formar perfecto tándem con Laura, su complemento, su amiga, quien le aportó mayor temple y claro, con quien ha disfrutado de ingentes dosis de alegres complicidades. Porque más allá de los cambios tecnológicos, las relaciones en un colegio como COVCS -engrandecido pero familiar- no se basan en códigos electrónicos sino en personas. Ahora se jubila pero no se despide de su segunda casa -el COVCS- aunque sí agradece poder dedicar el tiempo que merecen y que ahora podrá brindar a sus dos hijos y a su marido.
Acumula 44 años en la secretaría del colegio y llega el momento de la jubilación, ¿cómo afronta esta nueva etapa y qué balance hace de su trayectoria en el COVCS?
Con muchísima ilusión y muchas ganas
Los colegiados y sus compañeras se refieren a usted como “toda una institución” y no lo dicen exclusivamente por el tiempo transcurrido, ¿a qué lo atribuye?
A que con el paso de los años son más amigos que colegiados y compañeros y siempre ayudamos en todo lo posible, incluso en temas no colegiales.
Comenzó a trabajar en el colegio a comienzos de los 80, ¿qué queda de aquella entidad que tanto ayudó a construir y en qué cree que se diferencia fundamentalmente de la actual?; ¿Cómo ha evolucionado su quehacer diario entre por aquel entonces y ahora?
Queda que somos un colegio muy familiar a pesar del aumento de colegiados. La evolución ha sido enorme, empezamos haciendo todo a mano, solo disponíamos de una máquina de escribir (manual) y actualmente está todo muy informatizado, lo que agiliza una barbaridad el trabajo.
Describa los recuerdos que le quedan de ese primer día y los del último… ¿tiene algún miedo, alguna desconfianza ante esta nueva etapa vital?
El primer día todo eran nervios por estar a la altura de lo que necesitaban y el último resultó muy emotivo, con cierta nostalgia después de tantos años en esta institución. En cuanto a la nueva etapa de mi vida, como he dicho anteriormente, tengo muchísima ilusión por poder disfrutar de mi familia al completo.
Cite su mejor momento en el colegio, aquel que usted sintió con especial orgullo en lo personal o en lo profesional y el peor, el que conserve un recuerdo más negativo.
Momentos especiales ha habido muchos, pero uno en particular fue el homenaje por los 25 años trabajando en el colegio y recuerdo con especial cariño la poesía que me dedicó D. Bernardino Vindel. En cuanto a recuerdos negativos, los he borrado de mi memoria puesto que los positivos han sido muchísimos más.
María José junto a su compañara Laura, un equipo consolidado
¿Cómo vivió profesionalmente los años de la pandemia?
Estupendamente, el colegio adoptó todas las medias oportunas y nos facilitó el poder trabajar y teletrabajar, por lo que funcionamos perfectamente, a excepción de que los colegiados solo podían acudir a la oficina en contadas ocasiones.
¿En qué medida el colegio, lo que ha significado su trabajo y día a día, ha afectado a su vida familiar?
Cuando tuve a los niños fue un poco complicado poder conciliar la familia con el trabajo.
Arrancó su desempeño estando al frente de la entidad un presidente histórico como Don Félix Escudero Solano (1949-1986); vivió la transición con D. José Manuel Ahicart Ahicart; acompañó durante toda la presidencia a D. Carlos Corona Marzol y continuó en su puesto con otra figura histórica durante sus 18 años de mandato, Don Luis Miguel Gargallo. Su última etapa ha sido con la recién llegada Natalia Gil, a quien conocía también sobradamente por su etapa previa en la junta. Describa el perfil de cada uno de ellos, lo que más le marcó de esas juntas.
D. Félix era una persona muy de su época, muy comprometido con la profesión veterinaria. D. José Manuel es una persona excepcional, aunque no pudo hacer mucho dado que su mandato fue corto. Gracias a Don Carlos existe hoy el colegio, porque nos quedamos sin Junta, después de dimitir la anterior, y no había nadie que quisiera presentarse. Pasado un par de meses, Carlos consiguió un equipo de veterinarios para poder presentar una candidatura. D. Luis Miguel es muy buena persona y sabe estar en todas las situaciones, con una educación exquisita, siempre defendiendo a la profesión incluso en temas controvertidos, haciendo infinidad de gestiones en todos los ámbitos profesionales que muchos colegiados desconocen. Dña. Natalia Gil está demostrando que sabe perfectamente defender a los colegiados y estoy segura que hará mucho por este colegio. En lo personal, solo puedo decir que más que mis presientes son mis amigos y hemos pasado momentos muy divertidos.
¿Con qué secretario ha mantenido una relación más especial, quizá con Vicente Betored?
Con Vicente, después de 30 años en diferentes juntas la relación es de amistad, y más aún ahora, que ya no es jefe. En cuanto a los diferentes secretarios a los que recuerdo con especial cariño es al primero D. Cándido Hernández que venía dos días a la semana y a las 12:30h. Nos íbamos a tomar el pincho de tortilla y una cerveza, hubiera o no trabajo. Y a D. Carlos Mallen, que gracias a él hoy tenemos la Cesta de Navidad.
Anna y Laura, las sucesoras
Durante todo este tiempo, su trabajo ha confesado que ha cambiado. Se habrá tenido que reciclar profesionalmente. ¿Qué ha llevado peor?; ¿En qué cree que se ha ganado y en qué se ha perdido al digitalizar tantos procesos?
Todos los cambios tienen su tiempo, pero se llevan perfectamente, la digitalización aporta más rapidez a la hora de realizar tus funciones y nos ha dejado tiempo para poder asesorar a los veterinarios en las cuestiones que nos plantean.
Defina, atendiendo a su experiencia, el perfil del colegiado medio de Castellón. Póngale nombre a algunos de los que guarde mejor recuerdo o con quienes haya entablado una relación más allá de lo profesional. Y, si puede, apórtenos alguna anécdota ilustrativa referida a alguno de ellos
No es posible definir un perfil del colegiado puesto que cada uno tiene su propia personalidad. Recuerdos tengo muchos de ellos. En cuanto a la relación personal, al llevar tantos años en el colegio, se han forjado amistades creo muy bonitas. En cuanto a anécdotas, recuerdo una pregunta que me hizo un colegiado y amigo cuando solo trabajaba yo en la oficina, la pregunta fue: ¿Cuál es el ciclo de la sarna de la oveja, medicamento que se administra y periodo de supresión del mismo? Se lo averigüé en una media hora.
En el año 2000 y tras casi dos décadas trabajando casi en solitario, ingresó alguien con el que sé que guarda una relación muy especial, Laura. ¿Qué cambió entonces en su día a día, en lo personal y en lo profesional?
Cambió todo. En lo profesional el tener una compañera supuso poder realizar el trabajo mas eficientemente y con más rapidez. En lo personal, al ser Laura una persona muy alegre, supuso un cambio en la forma de ver las cosas para tomarlas con más calma, además de saber escuchar y dar consejos muy acertados.
Más recientemente y con vistas a preparar su relevo, ingresó Anna. Dedíquele unas palabras. ¿Con su marcha se ha roto el equipo que ustedes conformaban o se ha creado otro?
Simplemente se crea otro equipo que, por la forma de ser de Anna, seguro que es fenomenal. A Anna le deseo que trabaje tan a gusto como lo he hecho yo.
El próximo verano se celebrará el 125 aniversario del COVCS. Usted forma parte sustancial -en lo cuantitativo y lo cualitativo- de esa historia. Más allá de la nueva sede que por esas fechas se inaugurará, ¿qué cree que va a marcar el futuro del colegio?
El futuro del colegio siempre lo marcan los colegiados y sus inquietudes, que son las que recogen la Junta de Gobierno y que deben hacerse en conjunto.