El Ministerio de Sanidad ha iniciado una consulta previa en relación al Proyecto de Real Decreto por el que se regulan los medicamentos veterinarios fabricados industrialmente. Se trata de la adecuación del Reg. (UE) 2019/6 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de diciembre de 2018 sobre medicamentos veterinarios (que deroga la Directiva 2001/82/CE). En aquella esperada normativa comunitaria, que ahora trabaja el Gobierno para trasladarla a la legislación española, se dio libertad a cada Estado para que regule la venta al por menor de medicamentos veterinarios.
El Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) viene manteniendo contactos con la Dirección General de Farmacia de la Conselleria de Sanitat con la intención de aprovechar este proceso para flexibilizar la vigente Ley del Medicamento Veterinario. Es más, el CVCV tiene intención de participar en este proceso consultivo -cuyas propuestas se podrán pesentar hasta el 14 de abril- y consensuar con los colegiados las reivindicaciones que se quieran aducir. Más adelante, una vez se conozcan los términos del anteproyecto de RD, será el Consejo General de Colegios Veterinarios de España (CGCVE) el que tendrá posibilidad de realizar alegaciones al futuro anteproyecto. El CVCV presentará entonces también sus propuestas al CGCVE. En todo caso, la nueva regulación nacional del medicamento -adaptada ya a la normativa comunitaria de 2018- deberá entrar en vigor y comenzar a aplicarse antes del 28 de enero de 2022.
Medicamentos sin prescripción
El objetivo de las propuestas del CVCV (y del CGCVE) va en la línea de lo defendido durante todos estos años: proponer cambios en la actual Ley para mejorar la disponibilidad de medicamentos y explorar la posibilidad -que habilita ahora el reglamento europeo- de poder comercializar los que no necesiten receta veterinaria.
De igual manera también se quiere aprovechar este proceso para introducir cambios que hasta ahora se aducía desde la AEMPS que eran incompatibles con la regulación europea, como la posibilidad de prescribir por principio activo y no por el nombre comercial, flexibilizar la prescripción en cascada e incluso la gestión de los botiquines. Durante este tiempo, además, se han mantenido contactos con Veterindustria para tratar de consensuar tales cambios normativos.