El proyecto VíaLynx no ha hecho sino arrancar y ya está comenzando a levantar grandes expectativas. Su objetivo es identificar localizaciones óptimas para la reintroducción y expansión del lince ibérico (Lynx pardinus) en el este de la Península. A priori, se seleccionó para el análisis a ocho parajes, ocho áreas más bien, de la Red Natura 2000. La clave -aunque no la única- es que la zona en cuestión tenga una población suficiente de conejos para alimentar a esta especie protegida. De momento, la Sierra de Espadán y el Parque del Peñagolosa (ambas en Castellón) han sido descartadas por tal motivo pero, por el conocimiento que se tiene y/o por las primeras prospecciones realizadas, se tiene fundadas expectativas de que zonas como la Sierra del Negrete, en el entorno de las Hoces del Gabriel la Sierra del Mugrón (compartida con Albacete) -entre otros parajes más- sí cumplan con tal condición.
Así lo aseguraron a este boletín miembros del Grupo SAIGAS de la Facultad de Veterinaria de la Universidad CEU-UCH de Valencia, que es el que está ejecutando el proyecto. En VíaLynx también colabora el Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV). A primeros del mes de junio, de hecho, la presidenta del CVCV, Inmaculada Ibor, entregó a dos de los miembros de este grupo -a Jesús Cardells, investigador principal de SAIGAS y a Víctor Lizana- 150 chalecos reflectantes con el logo del proyecto para su uso en las exploraciones que ya se están realizando.
Las prospecciones
Para realizar los necesarios censos de conejos el territorio a analizar -los parques candidatos deben disponer de un área mínima protegida de 10.000 hectáreas- se divide en grandes cuadrículas de 10x10 kilómetros. En cada una de ellas, los investigadores deben realizar recorridos de 20 km andando, revisando cada 200 metros indicios de la presencia de este lagomorfo (excrementos, madrigueras, excarvaduras...). Para considerar apto uno de estos transectos deben confirmarse estas señales en al menos un 30% de los casos.
Cabe recordar que, en estos momentos, las dos zonas más consolidadas en España con presencia de linces se encuentran en Andalucía, en Doñana (Huelva) y en la Sierra de Andújar (Jaén) pero también hay núcleos estables en Sierra Morena (Ciudad real), montes de Toledo y entre Extremadura y Portugal y sur de Albacete. Desde ese punto se adentrarían en la Comunitat con la intención de crear una suerte de corredor para este felino.
