A menudo existen dudas sobre si se puede recurrir a animales para realizar experimentos en productos cosméticos. En la Unión Europea, la respuesta corta a esa pregunta es no; la larga, también no, pero con excepciones. En 2009 la UE dio el primer paso, prohibiendo los test de ingredientes cosméticos en animales. Cuatro años más tarde, en 2013, siguió avanzando: en aquel momento se prohibió testar cosméticos en animales, así como vender productos de este tipo que hubiesen sido testados de esta manera.