Poco después de iniciarse el confinamiento, el Gobierno detectó un aumento de la violencia de género. Según se adujo entonces (marzo de 2020), las mujeres maltratadas se veían incapaces de abandonar su hogar por miedo a dejar a sus mascotas en manos de su agresor. Por éso se decidió acelerar la puesta en marcha de Viopet, un proyecto de acogida temporal para estos animales. El pasado 10 enero, la DG de Derechos de los Animales quiso dar un paso más en su plan y remitió a los colegios, sin antes haberles hecho partícipe del mismo, un dossier buscando crear una “red de centros veterinarios de referencia”. Para participar de ella, el departamento gubernamental apela “a la solidaridad de un colectivo tan vocacional” y a aceptar, entre otros, descuentos de “un mínimo del 50%” por las consultas de los animales atendidos
El primer colegio en reaccionar ante tal propuesta fue el de Alicante (Icoval), quien difundió una carta remitida a la Organización Colegial Veterinaria (OCV) reclamándole que se dirigiera a tal dirección general una “queja formal”. Con posterioridad, el Colegio de Valencia (ICOVV) envió otra misiva directamente a su responsable, Sergio García, para expresarle su “desacuerdo con la estrategia planteada”, al focalizar “la colaboración del colectivo veterinario en la aceptación de descuentos para ayudar a las víctimas de violencia machista”. En idéntico sentido se manifestaría el Colegio de Castellón (COVCS), que prefería -como Icoval- instar a la OCV a que reclamase “corregir” el citado programa.
Otros colegios de veterinarios y entidades vinculadas a este colectivo también han hecho público su queja por cómo se ha planteado este plan.
Descuentos
El malestar de las corporaciones valencianas es coincidente. De un lado porque, tratándose de una iniciativa social que se aprecia necesaria y del todo loable, en lugar de financiarla del erario público o de entidades que ya disfrutan de ayudas, se recurra a la “solidaridad” del veterinario. A este respecto, por ejemplo, el ICOVV matiza en su carta que, si bien esta profesión “está comprometida con la idea de One Welfare y vela por el bienestar de los animales, del medio ambiente y de las personas” también se trata de un colectivo compuesto por ”trabajadores, muchos de ellos empresarios que, para poder seguir con su vocación, deben mantener sus centros ofreciendo un servicio óptimo y de calidad, con unos costes de mantenimiento elevados”.
Efectivamente, según el dossier entregado a los colegios, para ser “veterinario de referencia” de Viopet, se exige un descuento obligatorio “mínimo” del 50% en la consulta, del 15% para los tratamientos obligatorios y esterilizaciones y del 5% en el caso de urgencias.
Identificación
Otro asunto que ha generado discrepancias es el de la identificación de los animales de víctimas que pudiera ser atendido por esta red. “Para integrarse en el programa no se exige que el animal esté identificado, lo que resulta contradictorio con el planteamiento del propio ministerio plasmado en su Anteproyecto de Ley de Protección y Defensa de los Animales”, señala por ejemplo la carta de Icoval.
Viopet especifica que estos centros de referencia, más allá de atender a los animales, actuarían como “puntos de recogida de materiales” donados (alimentación, medicación, accesorios... y como “puntos de intercambio de animales” (para su entrega y recogida).