Lengua azul

UN BROTE DE LENGUA AZUL OBLIGA A VACUNAR A 150.000 RESES EN BROTO, HUESCA

La aparición de un brote de lengua azul procedente de Francia obligará a vacunar a más de 150.000 reses en un radio de 50 kilómetros en torno al municipio pirenaico de Broto (Huesca), donde se ha detectado. Esta operación tendrá un coste para el Gobierno de Aragón de 250.000 euros. El departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente informó este viernes que la enfermedad (’bluetongue’, fiebre catarral ovina) apareció en ese municipio y por las características del virus (tipo 8) se sabe que procede de Francia. Inmediatamente se ha activado el protocolo para evitar la propagación, y a partir de la semana que viene vacunará el ganado ovino y vacuno de todas las explotaciones en ese perímetro, tal y como establece el protocolo, a la vez que ha reorganizado los movimientos de los animales.

El virus solo se transmite entre animales, no existe ninguna evidencia de que pueda afectar a la salud pública o a la seguridad alimentaria. Tampoco exige del sacrificio de las reses, aclararon fuentes de Agricultura, pero es importante su erradicación para que los ganaderos no vean perjudica su actividad comercial a causa de las limitaciones de los movimientos.

Los veterinarios de las Asociaciones de Defensa Sanitarias procederán a vacunar a 128.000 cabezas de ovino de 931 explotaciones en torno a Broto: 22.000 de vacuno de 317 explotaciones y 8.000 de cebaderos de vacuno de 79 explotaciones.

También se han visto afectados otros territorios fronterizos con Francia, como el País Vasco, donde se anunció hace unos días la aplicación de métodos de profilaxis en unas 100.000 cabezas por un brote en un municipio de Guipúzcoa. El pasado septiembre, el Ministerio de Agricultura ya publicó una nota informativa sobre seis focos en el sur de Francia con síntomas como abortos o pérdida de peso.

Transmisión por mosquitos

La lengua azul, que afecta a los rumiantes, es transmitida por la picadura de ciertas especies de mosquitos. La gravedad de la enfermedad varía según las diferentes especies, con síntomas más graves en los ovinos que causan la muerte, pérdida de peso e interrupción del crecimiento. Además, comentó un ganadero de bovino, la vacuna provoca efectos secundarios en la eficacia reproductiva de los animales.

En 2016, el Ministerio de Agricultura publicó una orden en la que establecía la obligatoriedad de la vacuna (un año después ya se hizo voluntaria) en una zona de prevención a 100 kilómetros de la frontera y que incluía las comarcas veterinarias zaragozanas de Sos del Rey Católico, Ejea de los Caballeros y Zuera y las oscenses de Ayerbe, Barbastro, Binéfar, Boltaña, Castejón de Sos, Grañén, Graus, Huesca, Jaca, Monzón, Sabiñánigo, Sariñena y Tamarite de Litera.