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Los veterinarios claman en Madrid para ser tratados como “sanitarios de verdad”

Veterinarios de toda España se congregaron el pasado 3 de abril en Madrid para reiterar en la calle sus reivindicaciones. Se repitieron básicamente los mismos eslóganes y motivos que condujeron a la manifestación de aquel -también domingo- 19 de noviembre de 2019.  Los veterinarios convocantes -los mismos de entonces con el apoyo del sindicato Fesvet- estimaron una asistencia de 3.000 personas, idéntica cifra que la de hace tres años, por los algo más de un millar que calcularon fuentes de la Policía Nacional. Y de nuevo en la pancarta de cabecera se repetía lema: ‘Somos veterinarios, somos sanitarios. Cuidamos de tu salud’.

Los tres colegios provinciales valencianos se ofrecieron a asumir el coste de fletar autobuses para facilitar el traslado a la capital. Finalmente, sólo se pudo llenar uno, cuyas plazas fueron ocupadas conjuntamente por colegiados de Castellón (COVCS) y Valencia (ICOVV). Desde Alicante, como también desde las otras dos provincias citadas, partieron veterinarios en sus coches particulares. La delegación de Icoval (Alicante) se manifestó con una pancarta propia en la que se podía leer: “La salud de los animales es la salud de las personas. Por una sóla salud”

Casi todas las corporaciones de veterinarios del país -salvo la de Córdoba y las provinciales de Cataluña- apoyaron expresamente la convocatoria. 

La clave
La mayor parte de las reclamaciones contenidas en el manifiesto de esta protesta se resumen en la ya mencionada: la de ser tratados como sanitarios “de verdad”. Sólo así se entiende que la veterinaria siga básicamente excluida de la legislación que regula  la Salud Pública, que no esté integrada en el Sistema Nacional de Salud (SNS) o que desde 2013 los servicios veterinarios sufran un IVA al tipo máximo del 21%, de manera discriminatoria con respecto otros profesionales sanitarios. 

Otro motivo de queja recurrente entre los manifestantes, contenido también en el manifiesto, se refirió a las limitaciones de la regulación vigente en materia de venta de medicamentos.

“Sin veterinarios no se come”
Con consignas escritas en carteles como ‘¿Qué pasaría si los veterinarios parásemos?’, ‘Sin veterinarios no se come’ o ‘La veterinaria no es un lujo’, los manifestantes iniciaron la marcha en la Puerta del Sol a las 12 de la mañana. Siguieron a un camión con altavoces para amenizar la protesta por la calle Alcalá -donde se levantó la voz por el IVA ante la sede del Ministerio de Hacienda- y se giró para tomar la Carrera de San Jerónimo, donde se halla el Congreso de los Diputados. Allí la comitiva realizó una primera parada y se reiteraron por megafonía  algunas de las consabidas reivindicaciones. En tono jocoso, frente al edificio del legislativo se pudo escuchar: ‘¿Esos leones tienen microchip? Necesitan un veterinario’. Camino a la fuente de Neptuno, se escuchaba “peste, carbunco y rabia, aúpa veterinaria’”o “sin inspección no hay chuletón”. 

Desde la fuente de Neptuno, la marcha encaró el último tramo por el Paseo del Prado para llegar a la sede del Ministerio de Sanidad. Allí se reagruparon todas las pancartas y desde un improvisado escenario se sucedieron los discursos y se leyó el manifiesto, que no pudo ser entregado a ninguna autoridad porque el edificio estaba un domingo, lógicamente, cerrado.