Una subida media de las temperaturas de 2ªC hasta 2050 incrementaría de forma exponencial el importe de la “factura climática”: reduciría un 20% de la superficie de viñedo de alta calidad en España, un 15% los rendimiento en trigo en el centro y sur peninsular y, en el caso del olivar, únicamente la variedad picual podría mantener los rendimientos en secano en las zonas interiores de cultivo.