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Los bous, otra vez cuestionados por la muerte de personas y el bienestar animal

Tras dos años de pandemia, con los bous al carrer reducidos a la mínima expresión, la tradición se retomaba este verano. Aún lejos de concluir la temporada alta, han sido 6.740 festejos realizados -más que en esa misma fecha el año previo al Covid, 2019- en 280 municipios valencianos, con cifras récord de participación e impacto económico. Pero también se han igualado las peores marcas en cuanto a personas muertas -hasta 7, la misma cantidad que el récord de 2015-, con unos 380 heridos y multitud de incidentes, entre ellos, la participación ilegal de menores en hasta 5 casos constatados. Situación que ha dado alas a las entidades animalistas que, además de la inseguridad, han reiterado sus denuncias por el “maltrato animal”. Con esta coyuntura, el secretario de Seguridad y Emergencias, José María Ángel, decidió convocar de urgencia el 30 de agosto a la Comisión Consultiva de Festejos Taurinos Tradicionales para recabar “recomendaciones” a sus miembros con las que mejorar el festejo e incluso, en su caso, reformar la actual normativa.

Durante esos años de cierto ‘parón’ provocado por la pandemia, el Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) no quiso insistir y, atendiendo a tan excepcional situación, dejó aparcada su histórica reivindicación de exigir la presencia obligatoria de un veterinario en cada festejo (para velar por el bienestar y la sanidad animal y, en el caso de los toros cerriles, por la seguridad alimentaria). Antes de precipitarse los acontecimientos este verano, en la reunión preparatoria previa del citado foro, el CVCV ya pidió retomar la tramitación del borrador de reglamento pactado entre 2017 y 2018 para introducir estos controles a cargo de profesionales.

Llegado el momento de realizar sus aportaciones en la comisión extraordinaria del día 30, la presidenta del órgano colegial autonómico, Inmaculada Ibor, reincidió en este asunto. Ibor recordó lo que también se dijo durante la celebración, a finales de junio en Castellón, del X Congreso Mundial Taurino de Veterinaria: que la intervención del veterinario en estas tradiciones es algo que se reivindica desde que en 1998 se transfirieron estas competencias a las autonomías, algo que sí está regulado desde hace muchos años en el resto de regiones con tradiciones similares, algo a lo que se comprometieron las actuales autoridades autonómicas en 2015 y que aceptaron los representantes de las peñas en 2017. Por todo ello en 2018 ya se disponía de un borrador de nuevo reglamento en el que se recogía la figura del veterinario habilitado con su correspondiente formación específica para estos festejos.

Concluida la reunión de este foro consultivo y tras hacer las pertinentes declaraciones el secretario autonómico, Ibor quiso aclarar tales circunstancias a los medios de comunicación convocados (ver vídeo de Europa Press). Preguntado al respecto de la cuestión sobre cómo mejorar el bienestar animal -tras conocerse la muerte días antes de dos vaquillas y de un toro cerril por golpes de calor- Ángel no descartó “dar algún paso hacia delante” en esta materia. Ibor, más tarde, aclaró que el reconocimiento veterinario previo y su labor de control de las condiciones de higiene y bienestar animal habrían ayudado a prevenir tales desenlaces. Antes, durante la comisión, ya había lamentado que el asunto del bienestar animal no se hubiera abordado y que, al menos en la memoria anual sobre los festejos, no se haga ningún seguimiento de las incidencias de este tipo.

Por su parte, la actitud del nuevo presidente de la Federació de Penyes de Bous al Carrer, Germán Zaragozá- no fue tan concesiva como la de Ángel y se mostró siempre en contra de aceptar la presencia obligatoria del veterinario en estos festejos.
   
Mas y los animalistas
Durante estos meses tan accidentados se han recrudecido también los pronunciamientos de entidades animalistas reivindicando la prohibición de esta tradición. Pacma, Dignidad Animal o ANPHA han emitido comunicados contra los bous “porque rompen la convivencia, tanto por el riesgo que suponen para las personas como por la falta de respeto a los animales”.

En Tavernes de Valldigna las autoridades locales, en manos de PSPV-Compromís, decidieron días antes no dar las autorizaciones para la suelta de vaquillas. En Paiporta ha ocurrido algo parecido y un día después de la citada comisión la portavoz del Consell, Aitana Mas (Compromís) abogó por “abrir el debate” sobre la prohibición de los bous dadas las muertes registradas y la “creciente conciencia animalista”.

Formación
A falta de estudiar las propuestas, la única medida anunciada tras la comisión fue reforzar la formación con cursos sobre seguridad a los voluntarios de las peñas. Ángel, además, se prodigó en declaraciones tratando de concienciar a los aficionados: pidió “mucha prudencia”, recordó que la participación en estos eventos es “voluntaria”, que “el riesgo cero no existe” y que tras el parón “tenemos un nuevo perfil de participante” más incauto, vino a decir el secretario autonómico.

Ver declaraciones de Inmaculada Ibor.