El virus del Nilo Occidental es un virus emergente y zoonósico, es decir, que puede transmitirse de animales a humanos mediante la picadura de mosquitos, llegando a causar enfermedad e incluso la muerte en personas y caballos. La presencia de anticuerpos tras los brotes de 2020 alcanzó el 38% de los caballos y el 19% de las aves silvestres estudiadas en el suroeste de Andalucía.