El Consell Valencià de Col.legis Veterinaris (CVCV) ha presentado una batería de alegaciones al proyecto de decreto que regulará los procedimientos de registro, identificación y movimiento del ganado. La Generalitat trata con este texto de unificar, evitar la dispersión normativa y establecer los criterios para la gestión y las comunicaciones de los tres registros existentes: el de explotaciones ganaderas (REGA), el de movimientos de ganado (REMO) y el de identificación individual de animales (RIIA y RIVIA). Además de ello se quiere desarrollar algunos artículos pendientes de la Ley de Ganadería autonómica así como de la nacional. Básicamente, las aportaciones del organismo colegial pretenden poner en valor la figura del veterinario, mejorar la identificación de équidos, aumentar el bienestar de las reses en los bous al carrer y que durante estos festejos un colegiado habilitado asegure su trazabilidad.
Un primer grupo de aportaciones se dirige, efectivamente, a delimitar las responsabilidades de los titulares de los animales / de la explotación y los veterinarios y centros veterinarios. El CVCV pide por ello que los ganaderos detallen en el libro de explotación la inscripción del veterinario colegiado responsable de esa granja o centro.
En las zonas de alta densidad avícola de pollos de engorde, por otra parte, se regula que las explotaciones de broilers dispongan de un programa sanitario común y limiten su calendario de crianzas y de retirada de estiércol o aporten “un compromiso de no almacenamiento de éste en la explotación”. En lugar de esto último, el CVCV propone que tal compromiso se circunscriba a no superar la capacidad de almacenamiento de estiércol de la explotación y se remarca que tal obligación debe “de ser del titular de la explotación ganadera o de la persona en quien delegue, que podría ser una empresa integradora”.
De otro lado, se propone eliminar del redactado la referencia a la posible inhabilitación de un veterinario colaborador del RIVIA en el que se acreditase mala praxis en la identificación de un équido. Tal medida generaría -a juicio del CVCV- “inseguridad jurídica” porque el propio texto remite al régimen sancionador contenido en la Ley 6/2003 de Ganadería (autonómica).
Los corrales y los bous
En cuanto al REGA y a las condiciones que deberán exigirse a los corrales de las reses que participan en festejos populares, se pide que su control pueda ser realizado tanto por veterinarios oficiales como por la figura de un ‘veterinario habilitado’. Además de ello, el CVCV propone mejorar las condiciones de bienestar de estos bovinos en tales instalaciones (con un suministro de agua según las necesidades, que se limpien y desinfecten después de cada espectáculo o mejorar accesos para garantizar la movilidad del animal y del personal).
El CVCV rechaza hacer excepciones en cuanto al registro de los movimientos de las reses. Por tal motivo se opone a que el certificado sanitario de los bovinos cuando se trasladan al lugar del festejo pueda realizarse por lotes y reclama hacerlo individualmente. De ahí también que exija eliminar la disposición transitoria que permite que la guía para el retorno de los animales tras el festejo pueda ser expedida por el veterinario oficial “siempre y cuando no se vaya a realizar en un plazo superior a 48 horas desde la salida de origen”. Con tal redacción, la norma no garantizaría el control efectivo de este movimiento, con las posibles consecuencias del orden de trazabilidad y sanidad animal
Identificación de équidos
El CVCV plantea, por último, que el decreto recoja las instrucciones que el RIVIA dio -tras consultarlo a la conselleria- sobre el modo de proceder cuando un équido de crianza y renta se encuentra fuera del plazo obligatorio para su identificación o ante cualquier otro caso de incumplimientos en esta materia. En tal situación, Agricultura ordenó que fuera el titular de la explotación el que comunicara tal cosa en una declaración jurada a la OCA (y no que el veterinario denuncie).
